
Ha llegado la Revolución Digital
La revolución digital es un hecho. Ha llegado a nuestras vidas para cambiarlo todo, tanto a nivel personal como empresarial. O al menos, para enseñarnos que hay una nueva forma de relacionarnos con nuestro entorno más inmediato. La apabullante irrupción de las nuevas tecnologías, el desarrollo tecnológico paralelo y el acceso a una red de comunicación global, ha dado como resultado un marco relacional paralelo. Complejo y lleno de oportunidades, que, si bien ha generado una forma distinta de relacionarse entre personas, ha supuesto un cambio radical para las empresas y el inicio de lo que ya se conoce como la transformación digital.
El gran número de personas conectadas y activas, la cantidad de dispositivos desde los que acceder y la enorme evolución en la oferta, ha ofrecido a muchos negocios un nuevo e inesperado mercado, una revolución digital en toda regla. Un mercado complejo, al que no se puede acceder con garantías sin la pertinente adaptación, nacida de la estrategia y el análisis. No es la primera vez que se produce una transformación tan brutal en el comportamiento de las sociedades. Y si hay que encontrar algún denominador común, los podríamos resumir en 2; la evolución social y sobre todo la evolución tecnológica.
La revolución industrial o la primera transformación
La revolución industrial que se produjo entre mediados del s.XVIII y mediados del s.XIX, supuso la gran transformación de la era moderna. De la mano de un clima social muy complejo y de las innovaciones tecnológicas (el paso de la fuerza animal a la fuerza mecánica), se consiguió saltar del mundo artesanal al industrial. En ese momento la máquina de vapor supuso un punto de partida en la mecanización de los sistemas de producción industriales. El impacto de esta evolución dio paso a la mejora de las comunicaciones y la consiguiente expansión comercial. Reducir la gran transformación de esa época a la evolución tecnológica es demasiado simplista. No obstante, queda evidenciado que fue un punto catalizador muy importante.
La nueva forma de trabajar
Toda esta revolución supuso que el modelo según el que se organizaba el trabajo tuviera que adaptarse a las nuevas necesidades. Los avances tecnológicos y las nuevas fuentes de energía ofrecieron a las empresas, de la noche a la mañana, una capacidad productiva desmesurada. Es en este momento cuando se produce el cambio en la reorganización del trabajo, orientado, ahora sí, a aumentar la producción. Se generan cadenas de montaje con la finalidad de ahorrar tiempo y mejorar la especialización de los trabajadores, con el fin último de fabricar más, mejor y en menor tiempo.
Y llegó la informática… y llegó Internet
En este clima de búsqueda de la máxima optimización y automatización de procesos, se empezó a desarrollar, lo que a día de hoy ha supuesto un vuelco absoluto en las relaciones entre personas y empresas. Nada más y nada menos que la informática, baluarte activo de la auténtica revolución digital. Con ella, llegaron de nuevo cambios sociales (que a día de hoy son imparables), cambios económicos, nuevas formas de trabajo, y como no, un avance tecnológico de proporciones inimaginables.
La evolución de la informática es ampliamente conocida. El abaratamiento de costes, los continuos avances y las novedosas aplicaciones, han permitido que su uso, sea ya, para una gran parte de la población mundial, una auténtica necesidad. Sin embargo, siendo esto muy importante, no habría tenido la impronta de cambio total, sin la irrupción de Internet. Internet ha supuesto un cambio en la forma de interactuar de individuos y empresas, ha roto fronteras comunicativas y económicas, ha conectado personas y máquinas. Ha dado sentido al concepto de globalización, haciendo posible que una idea tan compleja, como la de revolución digital, sea entendida y aceptada por todos.
Con el s.XXI llegó la transformación digital completa
La primera revolución industrial, supuso un cambio económico y social sin precedentes, alcanzando nuevos mercados, generado nuevos sistemas productivos y por consiguiente importantísimos cambios sociales. Esto dio paso a una nueva forma de organizar el trabajo, en pos de una productividad mayor, lo que llevó a buscar automatismos que generaron en un desarrollo informático único. Que gracias a internet conectó a todos entre sí, de forma rápida y gratuita, ampliando el mercado de forma exponencial.
Para algunos, la aparición del primer Smartphone en junio del 2007, supuso el arranque de la cuarta revolución industrial, por lo que significa el hecho de dotar a cada individuo del planeta, de un ordenador personal de bolsillo. Y, sobre todo, de una conectividad constante.
Y no les falta razón. Desde esa fecha muchos han sido los cambios que se han producido. Han cambiado los hábitos en la forma de comunicarnos, ha aparecido el concepto de teletrabajo, en muchos sectores se potencian trabajos orientados a proyectos, han cambiado las estructuras organizativas de las empresas, los espacios de trabajo y un largo etc… Gracias a esta nueva tecnología se globalizó el uso de una nueva forma de establecer relaciones entre individuos y empresas con el auge de las redes sociales. Dispositivos móviles y redes sociales han ido de la mano en este nuevo siglo, cambiándolo todo y confirmando que la idea de revolución digital está muy presente.
Ahora estamos en este momento, en el que la evolución tecnológica y el avance en las comunicaciones, ha llevado a las empresas a la necesidad de hacer una transformación digital sin precedentes. Sin importar el sector, la experiencia previa, o el modelo de negocio anterior, las empresas deben actuar. El mercado online ofrece posibilidades de desarrollo a cualquier tipo de proyecto, millones de clientes a un solo clic. No todo es tan sencillo, al mismo tiempo, la competencia tan brutal en un espacio que se canibaliza sin contemplaciones, es capaz de tumbar ideas extraordinarias la economía digital empieza a ser una rama muy específica de la economía general.
En Orbetec360, creemos que la transformación digital es necesaria en este proceso de revolución digital. Para ello, trabajaremos contigo, en una Estrategia personalizada. Con el único objetivo de potenciar la competitividad de tu empresa y ayudarle a entrar en este nuevo mercado y en esta nueva era de una forma optimizada. Trabajaremos para dotar a tu proyecto de las armas necesarias para competir al máximo y crear una estrategia de marketing alineada con los objetivos empresariales. Queremos ayudarte a aprovechar todo lo que está por venir. ¿Te animas?