
Comparador de precios online como modelo de negocio
La irrupción de Internet en nuestras vidas ha supuesto muchas novedades en lo referente a los comportamientos de compra de los consumidores. El acceso a Internet generalizado, cimentado en el increíble aumento de la conectividad entre dispositivos o la propia evolución tecnológica de los mismos, ha hecho que la inmediatez sea la moneda de cambio del consumidor actual. Todos, sin excepción, queremos un producto al instante. Y el tiempo en la entrega de los mismos se ha convertido en el mejor valedor ante la decisión de compra de uno u otro.
Es fácil comprobar cómo la mayoría de las grandes empresas, que tienen mayor capacidad de venta online en este país, apuestan por la entrega rápida como arma fundamental. Obviamente, en la mayoría de los comercios online generalistas los productos son los mismos, pero Amazon, con su “Prime” o El Corte Inglés”, con sus “entregas en menos de 2 Horas”, (por poner un par de ejemplos), demuestran como el tiempo de entrega lo es casi todo. Buscando una diferenciación fundamental y una propuesta de valor única.
Pero la entrega no deja de ser un proceso posterior a la venta. No hay duda de que es uno de los factores clave, sino el factor clave, lo que implica que tiene mucho peso en la decisión de compra. Sin embargo, el proceso de compra desde que Internet es lo que conocemos hoy en día, se inicia con la búsqueda. Y aunque Google nos ayuda enormemente, junto con la aparición de Internet, se desarrolló una nueva forma de aglutinar la ingente información que hay en la red. Se trata nada más y nada menos que del comparador de Internet.
Comparadores como modelo de negocio
Hablar de Internet y utilizar el concepto de “nuevo”, implica equivocarse casi con seguridad. No hay nada nuevo en Internet porque en sus menos de 25 años de edad, todo lo que sucede se queda obsoleto en menos de 6 meses. Lo que implica que hablar de “nuevo”, es hablar más de tendencias que de realidades. En cualquier caso, el comparador de Internet, nació cuando Internet empezó a ser el objeto de deseo de la mayoría de las empresas, negocios, marcas o personas. Es un mercado nuevo, donde hay muchas oportunidades gracias a sus inherentes capacidades donde, por ejemplo, no hay fronteras, y todo el mundo quería estar en él.
Sin duda, eso generó un volumen de “información”, no solo difícil de clasificar, (para eso sí que nos ayuda Google), sino que implicaba destinar mucho tiempo a buscarla. Todos sabemos de las capacidades de algunos de “posicionar” bien una página web en Google gracias al SEO , sin que esa web fuera del todo “interesante”. Por tanto, buscar en Internet, empezó a ser una inversión de tiempo considerable, repleta de muchas insatisfacciones.
El comparador de precios, nació con una idea muy clara, aglutinar a todos los vendedores de determinados productos en un solo portal. La idea es muy buena en un doble sentido. Por un lado, genera potentísimos portales web, que aglutinan millones de visitas al día, lo que hace que, de forma indirecta mejoren su autoridad a ojos de Google y, por tanto, mejoren la capacidad de ocupar un espacio en la primera página de resultados de Google como respuesta a una pregunta determinada.
Si observamos los 5 primeros resultados que nos ofrece Google ante la búsqueda de “hoteles en Madrid”, podemos ver claramente que son comparadores de precios online. Y lo mismo nos va a suceder en otros sectores como el de los “vuelos”, los “seguros”, la “telefonía móvil”, etc…
Por otro lado, como la oferta en este tipo de páginas es tan abundante (podríamos decir que es ilimitada), las palabras clave por las que Google identifica ese portal, van en aumento contante. Algo difícil de igualar por oro tipo de páginas más limitadas a nivel de contenido. De nuevo supone una ventaja importante a ojos de Google, que abunda en la facilidad de situarse en muy buena posición, para la búsqueda de palabras clave relacionadas.
El “concepto de la comparación” ha existido siempre, nos hemos fiado de la recomendación de un amigo o familiar. Muchos de los anuncios de publicidad, nos incitan a comparar con otros productos. Un comparador de Internet aglutina esa idea, dentro de una tecnología más avanzada, reuniendo una cantidad ingente de información y sirviéndola a la velocidad del rayo. El modelo de negocio se ha creado solo. Realmente, este tipo de portales online, son únicamente un “escaparate”, cuya misión es la de ser un mero intermediario entre el “vendedor” y el “consumidor”.
El objetivo de un comparador de Internet es conseguir una posición de autoridad dentro de los principales buscadores, de forma que los productos o servicios que estén en ese comparador tengan una visibilidad asegurada. Lo que le aportará esa visibilidad tan perseguida al tiempo que se fijará la marca en la mente del consumidor. Consiguiendo que, a medio plazo, ya no busquemos esos artículos sino es, directamente desde ese buscador.
¿Cómo genera ingresos los comparadores de precios online?
Seguro que la respuesta te sale de forma casi de forma automática. Se gana dinero con la “recomendación”. Lo que en este tipo de postales implica una relación directa con el envío de tráfico cualificado a las páginas proveedoras. Generalmente el comparador recibe tráfico muy interesado, que desvía a las páginas de los proveedores de servicios o productos.
Este “desvío” o “venta” de tráfico cualificado se puede cobrar de varias formas. Lo más aceptado es el CPC o coste por clic. Lo que implica que cada vez que el usuario haga un clic en uno de los artículos que hay dentro del comparador, y se redirija a la página del vendedor del servicio o producto, el comparador recibe una cantidad de dinero. Hay otras alternativas como el CPA o coste por adquisición (o lead), que implican que haya una transacción final y el comparador cobrará un % de esa venta. En este sentido, la negociación con los comparadores suele ser bastante abierta y dependerá de muchos factores.
Tipos de comparadores online en la actualidad
Si has leído hasta este punto, ya debes saber claramente que es un comparador de precios y cómo funciona. Pero es interesante ver como Internet ha acabado generando 2 tipos de comparadores:
- Comparador horizontal: son los primeros que aparecieron y básicamente aglutinan de todo. No se especializan en nada concreto y hay decenas de categorías. Es más, va ampliándose según aparecen nuevos proveedores. Son muy potentes como portales web y tienen una gran fuerza y visibilidad. Por el contrario, no generan tanta marca y depende para que, acaban siendo una pérdida de tiempo. Por ejemplo, Kelkoo o Twenga.
- Comparadores verticales. Son la repuesta a este tipo de comparadores tan monstruosos en los que hay de todo. Se trata de páginas donde hay un tipo de producto o servicio. Por resumirlo, son especialistas. Esto genera una importante imagen de marca y ofrece una gran facilidad y experiencia de usuario. Probablemente es el futuro de Internet. Por ejemplo es o Trivago.
De hecho, con la herramienta de análisis y evolución de tendencias de Google, podemos determinar cómo los comparadores verticales más reconocidos, están en una continua escalada.
Comparador de precios y su propuesta de valor
Un comparador de precios en Internet, nos ofrece varias propuestas de valor:
- Ahorro de tiempo. En primer lugar, nos evita navegar por Internet en busca de páginas de proyectos individuales, buscando algún producto o servicio. Entrar en un comparador nos ofrece resultados interesantes al instante.
- Rápida comparación. El segundo punto a su favor es que nos pone en la misma página (a un simple golpe de vista), una gran cantidad de productos y servicios similares. Podemos comparar entre ellos sin volvernos locos.
- Precio más bajo. No habíamos hablado de ello hasta ahora, pero un comparador nos indica miles de precios para artículos similares. Y no solo eso, sino que por el mismo concepto de la “comparación”, obliga a las marcas a ofrecer precios muy bajos para ser competitivos entre el resto de productos o servicios iguales y que, seguramente están uno junto al otro.
- Generan confianza. Un comparador es una página muy importante, y que reúne a muchas marcas. Lo que, de forma indirecta, no ofrece una garantía de calidad. Y eso es igual a un aumento de confianza ante otro tipo de páginas menos conocidas.
Diferencia entre comparador de precios y marketplace
Los comparadores de precios y los marketplace son habitualmente confundidos por los usuarios, englobándolos todos en un mismo tipo de portal. Pero la realidad es que son modelos de negocio muy distintos. Mientras que el comparador de Internet es solo un desviador de tráfico, en el que no se hace ninguna venta de productos, los marketplace son espacios donde se realizan transacciones económicas.
Ya hemos comentado que un comparador cobra cada vez que un usuario hace clic en uno de los productos que hay en él. El marketplace funciona de forma distinta, normalmente hay una cuota mensual mínima, y cobran un % sobre la venta. Seguro que, pensando en un marketplace, enseguida nos viene a la mente Amazon.
Aunque parecen modelos de negocio muy similares, son realmente distintos en lo que implica la propiedad del proveedor. En un comparador, el proveedor es la página donde se realiza la venta, por ejemplo, el ecommerce que coloca sus productos en ese comparador. Lo que implica que la transacción económica debe ser llevada a cabo en su propia web. Es decir, necesita un ecommerce desde el que hacer la venta. Sin embargo, en lo referente a los marketplace, la transacción se realiza en el mismo portal, donde se muestra el producto (por ejemplo, en Amazon), lo que hace que el proveedor no necesite ni siquiera página web.
En Orbetec360 estamos especializados en implementar acciones de marketing digital para todo tipo de proyectos. Muchos de los cuales, sobre todo en lo relacionado con la venta de productos o servicios, pueden apoyarse en algunos comparadores. Si estás buscando una estrategia para tus productos o servicios, seguro que te podemos ayudar y estudiar la posibilidad de ayudarte a trabajar con comparadores de precios online.